jueves, 19 de mayo de 2016

Pelo impreso en 3D programable para diversas aplicaciones desarrollado por MIT Media Lab



La impresión 3D ha allanado el camino para las nuevas innovaciones, que hasta ahora se limitaban únicamente a las películas de ciencia ficción. Recientemente, Tangible Media Group del MIT Media Lab mostró su innovación en el CHI-2016. El laboratorio desarrolló unas fibras  plásticas suaves que imitan el pelo real de la naturaleza. El cabello artificial, llamado proyecto Cilllia, puede ser programado para realizar  funciones definidas. Consiguiendo un nuevo sistema de sensores y actuadores pasivos táctiles que pueden ser utilizados  para muchas aplicaciones. El desarrollo ha abierto nuevas posibilidades para la fabricación personal de dispositivos  impresos en 3D y lo más importante ofrece una nueva forma de  interacción hombre-máquina.

El uso del software, se combina con el equipo fabricado compuesto de estructuras que son similares a pelos llegando a conseguir  a una resolución de 50 micras en  superficies planas y curvas. Un  software especialmente diseñado  permitió al equipo  definir el ángulo, la densidad, altura y grosor del cabello.


Cilllia - 3D Printed Hair Structures for Surface Texture, Actuation and Sensing from Tangible Media Group on Vimeo.

Hasta ahora, el equipo ha creado varios juguetes como un conejo de peluche equipado con LED. Cuando alguien acaricia el conejo, el cabello cambia de color. Por lo tanto, ahora es posible tener una peluca o pendientes que podrían responder de manera que sean pre-programados para interactuar frente a  estímulos externos. El equipo también construyó una pequeña bailarina de ballet con el nuevo cabello  impreso en 3 D colocado en sus pies. El juguete era capaz de girar alrededor de una mesa al ritmo de la música de un  altavoz,  el baile se programó a una velocidad definida que depende del ángulo del cabello. El equipo demostró cómo el pelo podría ser programado para formar bloques que podrían estar pegados usando temporalmente una unión similar al pegamento.



El equipo demostró aún más la capacidad de su innovación a través de un molino de viento hecho del  cabello  impreso en 3D. El molino de viento se unió a un teléfono celular y comenzó a girar cuando el smartphone vibró, lo que indica que reacciona ante una llamada o un mensaje. Sin duda, la innovación tiene relevancia para las personas que sufren de cáncer o de pérdida de cabello.



Vía: Tangible Media Group

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